Un libro para siempre

En los últimos meses, he tenido la suerte y la ocasión de saludar a un número incontable de gente que sigue mi trabajo; gentes de Guardo, de Aguilar, de Cervera, del Valle Estrecho que me siguen en el diario, en los foros; que venían con el libro que habían comprado en otro sitio para que lo firmara, añadiendo algún mensaje para mi madre, “que recorta los artículos del periódico y los guarda”; para mi hermana, “que es muy especial y no quiere que le cojan el libro los demás porque lo arrugan”...





Estamos hablando de un libro, ahora que los libros parecen tocar a su fin ante el avance feroz de la tecnología. Un libro que se vende como rosquillas, primero en Cervera, donde ya el domingo por la tarde se agotaba el número abultado de ejemplares que el editor llevaba para el evento y luego en la feria de San Bernardo, en La Pernía, cien libros en poco más de dos horas, en un pueblo pequeño como San Salvador, donde acudimos a la invitación del alcalde del Ayuntamiento, Mariano San Abelardo.

Cultura y Comunicación, es una editorial que desde diciembre de 2002, cuando da a conocer la investigación sobre los cines en la montaña, ha venido manteniendo hasta hoy un esfuerzo constante por descubrir estos pueblos del norte. Ellos también se han sorprendido gratamente al encontrarse con un público ávido por conocer la historia de su tierra.

Todos los libros tienen algo que te llevan al corazón de algo o de alguien. Este es un libro especial, porque es la gente la que lo escribe, unos fieles a su quehacer diario, otros fieles a su memoria y, he de decir que me siento en una nube al haber sabido escribirla como ellos la conocieron, al menos hasta donde alcanzan sus vivencias; como la vieron y la describieron nuestros antepasados, sin olvidar en ningún momento y a pesar de no haberle citado en la dedicatoria, a Gonzalo Alcalde Crespo, que nos abre el camino y orienta este paso tan importante que hemos dado.

En ese peregrinar de feria en feria he visto a mujerucas emocionadas ante alguno de los pasajes; personas interesadas en seguir ahondando en la historia de su casa, que fue la casa de un personaje ilustre; vecinos de Celada de Roblecedo interesados en aportar documentos gráficos para una segunda edición en la que ya estamos pensando.No es un libro que todo el mundo va a entender o con el que todo el mundo va a vibrar. Son tiradas pequeñas, pensando sobre todo en la gente que nació en uno de esos pueblos, pensando en aquellos que tuvieron que abandonarlo, pensando en Palencia. Yo creo que cada casa, de cada pueblo que se cita , debería conservar uno para que los invitados que lleguen la conozcan y la divulguen, y en buena medida he comprendido a aquellas familias que se llevaban cinco libros, “porque cada hijo tiene su casa y quiero que tengan un libro cada uno”. Se ha conjugado nuestro amor a la montaña en un libro de diseño elegante, sin ayudas de empresas o instituciones, que deberían también pensar en adquirir ejemplares para distribuirlos en sus respesctivos ayuntamientos y bibliotecas.

Un libro de consulta obligada, hecho al dictado de la gente que nació y vivió en ella, donde se van descolgando sentimientos y leyendas, donde tan importante es la historia de la Abadía de Lebanza o de la Colegiata de San Salvador, como la historia de cada montañés que ha sufrido en sus carnes durante tantos años el olvido, la marginación y todo ese cúmulo de cosas que ampara la distancia. Se ha cumplido con creces nuestro objetivo y sólo tengo palabras de agradecimiento y de esperanza.


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