La Concordia de Monzón

Es conveniente que los buenos amigos te sorprendan un día con la concordia. Hay dos concordias en la vida. La una es la que todos conocen. Hace alusión a la armonía, al respeto, a la amistad que, en mi caso concreto, me ha llevado a conocer otras personas y, de su mano, otra Palencia.




La otra Concordia es la de Monzón de Campos, donde, como reza en el anuncio y hemos podido comprobar, se cocina con productos de la zona, según las recetas de nuestros ancestros.

Una empresa familiar que hace patria en un momento delicado, cuando lo de “Patria” es un término que se estira y se encoge a capricho de navegantes y cuando, por todos los pueblos que vamos pasando, se nos incrusta ese imparable bicho de la despoblación.

Lo primero, antes de “La Concordia”, fue la mirada al pueblo desde su castillo, centro de poder en otro tiempo de uno de los condados más importantes en la historia de Palencia. Este edificio, que data del siglo X, se habilita como parador en 1972 y marca un hito histórico en la historia reciente, cuando el 22 de julio de 1978 se constituye allí el Consejo General de Castilla y León. La portada románica de la puerta de entrada a la planta baja proviene de la iglesia de Cenera de Zalima, pueblo anegado por las aguas del pantano de Aguilar, otro motivo de concordia más.

Tomada ya la foto, y después de un paseo por el pueblo, vamos a lo que vinimos. Y se nos aconseja tomar nabos.

¿Qué puede esperar uno de un bruto? “Eres más abulto que los nabos de Monzón”. Que luego nos damos cuenta que no es tan bruto, ni tan ciego, ni tan tosco. Que el nabo tiene una gran cantidad de vitamina C, que cien gramos de nabo contienen 21 mg. de esta vitamina, más de la tercera parte de las necesidades de un adulto. La delicada presentación ya te abre el apetito: finas ristras de nabo, queso de cabra, y un puñadito de fresas, componen uno de los entrantes de este local, finalista del concurso de la Cuatro, “Bienvenido a mi hotel”, que nos ha cautivado y al que seguramente volveremos en la primera ocasión que surja.

Para la sección "La Madeja", en Diario Palentino.

Froilán De Lózar
Castilla y León es vida
A modo de pinceladas, como de puntillas, el libro está lleno de interesantes curiosidades desconocidas y de referencias -algunas también desconocidas-: Toponímicas, históricas, monumentales, paisajísticas, culturales y gastronómicas.
€16,00 Tapa blanda

LO + VISTO

Pueblos desaparecidos

Pueblos desaparecidos y despoblados (II)

El descubrimiento del carbón

El Santuario del “Carmen”

Curavacas

Guardo