Un hombre solo

Desde lejos, la idea de un hombre solo ocupando un pueblo, es una imagen insólita que cada vez asombra a menos gente. Porque solos estamos a lo largo de nuestra vida en muchas partes, en muchas situaciones y nadie nos hace una entrevista para recabar datos sobre esa soledad que nos consume, aunque estemos rodeados de gente.
Lo vemos en las ciudades. El metro abarrotado y en cada mano un móvil. La muchedumbre en soledad o el wasap para trasmitir historias que nos espabilen.


Yo les hablé aquí hace unos meses de Florentino, que durante 19 años vivió solo en el pueblo burgalés de Castil de Carrias.
Ahora la prensa nacional viaja al pueblo soriano de Verguizas donde sólo vive un hombre, Félix del Prado. ¿En qué piensa?, quiere saber el periodista. “En que anochezca, para que luego amanezca y volver a salir a la calle.”
Se trata de un pastor trashumante, de 72 años, que se pasó la vida caminando desde Ciudad Real a Soria y que sabe más que ningún político del asunto sangrante de la despoblación. A los que viven en medio de estos valles no les asombra la noticia, que ya la conocen de memoria.
Subiendo al puerto de Piedrasluengas, tomando la bifurcación a la altura de la Venta Urbaneja, se llega al pueblo de Los Llazos, donde sólo ahuma una chimenea desde hace muchos años. Eso no cambia nada. Un hombre mira desde otra parte de Castilla y reza para que no venga un invierno como el de 2015, porque está solo para sacar adelante la ganadería que es el sustento de su vida.

«¡Pero ¡cómo pueden hablar ahora de despoblación si lo han dejado caer todo!», exclama enfadado Félix contra la labor de los políticos. «¡Ahora ya no hay remedio!» «Les ha interesado darnos el golpe y ya no se puede hacer nada».

¿En qué pensamos los demás? En que amanezca, que no es poco; en la justicia, que está ida; en el amor, que ya no se cuida como antes y desde los montes que rodean como muralla a este pueblo palentino, pensamos en la triste realidad que nos descabeza, que nos atormenta, que nos aniquila poco a poco.

La belleza, la paz, la solidaridad... parecen armas de otro tiempo.

Imagen: Los Llazos, por José Luis Estalayo
De la sección "La Madeja", para Diario Palentino, @2018

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