Un oso herido

No me gustan las armas. No me gusta la caza. No quiero que se dispare a nada ni a nadie. Los animales bastante sufrimiento tienen en cualquier tiempo, ahora con la tierra seca, antes con las nevadas. Se cuenta en el pueblo que un cazador ha confundido a un oso con un jabalí y le ha pegado un tiro. Ocurrió el pasado mes de noviembre en Casavegas.




Estamos en la tierra del oso y quienes sobreviven en la montaña palentina son conscientes de que el oso para los naturalistas es como Dios para los creyentes. Y se van convenciendo de que las Asociaciones y personas que se han convertido en patrocinadores de su vida, han convencido al gobierno regional de que el oso es Dios, que hay que protegerlo y venerarlo por encima de todo, que tiene que habilitarse una protección inmediata, más urgente que enviar un helicóptero para trasladar a una persona herida; más prioritario que reparar un puente en Vañes, más que adecentar la carretera que nos comunica con Potes; mucho más que dotar de servicios a los pueblos. En resumidas cuentas, preocupa más el oso a nuestro gobierno, que la amenaza de cierre de la Térmica.

Primero, antes que nada, lo fundamental, la integridad del oso y así se traslada el mensaje a los medios de comunicación.

Me incomoda que alguien se divierta pegando tiros por el monte; me apena, sinceramente, que una cría de oso pardo sirva de diana porque un integrante de la manada lo ha confundido con un jabalí, al igual que me enoja que unos andarines salvajes despeñen a un jabalí en la ruta del Cares. A mí me repugna la violencia, toda, y la matanza, aunque esté regulada. Y en cierto modo me apena la suerte de un oso cuya raza tanto ha costado conservar. Pero para eso está la Patrulla de marras y no que ese Gobierno que en tantas situaciones tiene abandonados a las mujeres y a los hombres que resisten bajo mínimos en tantos pueblos de esta montaña, lo traiga a las portadas como un asunto perentorio. Vamos a colocar las prioridades en su sitio. Acaso si el gobierno pone más empeño en las personas, puedan medrar los osos.

De la sección "La Madeja", en Diario Palentino @2018

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