Punto y seguido

Llegado este momento, quiero agradecer a la dirección de este diario la confianza que me muestran, ampliando mi colaboración en este medio de 125 años, lo que a uno le congratula y le motiva. Y que el editor resista al frente de tantos medios, en tantos pequeños lugares de provincia como Burgos, Ávila, Palencia, Valladolid, Albacete, Ciudad Real, Talavera y Toledo, entre otros, además de Agencias y televisiones, con la que está cayendo, es una muestra para muchos periódicos grandes e influyentes abocados por su política a un infarto prematuro, que los poderosos también mueren cuando se arrugan y se debilitan las manos que los mecen.


En este cambio de máquinas, mientras valoramos tantas notas sueltas; después de haber removido la brasa en tantos momentos preocupantes de recortes, de cierres temporales, de cierres definitivos; conscientes de que algo queda siempre de lo que no se habla, que algo fundamental se nos olvida, porque todo es importante cuando apremia la necesidad, pensando en todo eso y porque nunca es tarde pues ya estoy embarcado en la aventura, como si fuera este el primer día.

Tenemos el deber de seguir proclamando lo nuestro, aunque en ocasiones, y más a medida que avanzan los días, me muestre desconsolado, impotente, zurumbático -que diría mi amigo Fernando Martín Adúriz- preguntándome como quienes padecen dicho síndrome, qué hago aquí, para qué sirve todo esto, qué sentido tiene tanto empeño en reincidir sobre lo mismo. Y por otro lado, en momentos más favorables, me siento agradecido al medio provincial y a quienes lo mantienen, porque la insistencia de ambos ha contribuido a que se conozcan muchos rincones y a que se remuevan muchas de las causas adversas que acontecen, además de las propias tan conocidas como el invierno, la sanidad, la despoblación y la distancia.

El hombre de estos lugares se ha resignado a todo y ve pasar los días sin confiar en un cambio de rumbo que obligue a ver los campos de otra forma, pero vivimos y hemos de aprovechar las manos que se tienden y tender las nuestras también . Como dijo Mandela, y en un contexto mucho más pequeño: "Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo".

@Sección "La Madeja" en Diario Palentino
Imagen: @Pumar59

POST DESTACADO

El corazón con que vivo