Casimiro Redondo

"De la escuela arranca el movimiento cultural para promocionar el pueblo".

Casimiro Redondo [Maestro]

Casimiro Redondo es un volcán secreto. Hijo y nieto de maestros, nacido en el municipio de Alba. Viene de Cardaño a Barcenillla. En este pueblo, próximo a Rueda, le encuentro y me pierdo en su mundo, en su rico lenguaje, voz consumida por las aulas, garganta de la que van saliendo a borbotones las palabras, las historias de aquellos otros días. Apunto, pero me pierdo en su torrente. Casimiro Redondo necesitaría un magnetofón grande, con muchos metros de cinta, que durase muchas horas, para no perderme nada de lo que dice. Necesitaría mucho tiempo y sé que unos kilómetros más abajo me espera otra historia profunda. Dos horas de conversación con este hombre, que lo mismo confundes con un catalán o un gallego -acentos no le faltan- dan para muchas páginas, y el cuaderno que llevabas montado no te sirve, has de enfocarlo de otro modo, cambiar las preguntas que llevabas en mente, dejarle que hable, que se desahogue, que te comunique lo que quiera, como quiera, pues de un hombre que vive constantemente aferrado a la cultura, siempre se aprenden cosas.


 
Froilán de Lózar BARCENILLA DE PISUERGA



Casimiro, ¿Qué ha sido la Escuela para usted?

La escuela, todo. La escuela era donde arrancaba el movimiento cultural para mantener y promocionar la vida del pueblo. Yo empecé tarde a estudiar. En mi casa éramos muchos y mi padre ganaba ocho pesetas. Yo sabía el catecismo de memoria, aprendí las tablas, me gustaba la historia. Es curioso, a mi padre no le cogí en una falta y mi abuelo escribía mejor que mi padre y que yo. Gracias a la escuela.

Como maestro y como persona, ¿Qué le gustaría ver para esta montaña que aún no ha visto?

Mira, no podemos volver hacia atrás. Las cosas buenas que se pierden ya no vuelven. Ahora, con la TV, estamos informados, se viste, se calza, se canta.., con referencia a lo que vemos. Yo abogo, sobretodo, por los niños hasta que empieza la EGB. No tenemos apego a conservar las tradiciones. En Cervera había un grupo magnífico, pero no hay constancia y esto, así, se acaba.

Con el corazón en la mano, ¿es posible aunar en otro lugar tanta belleza como la que aquí fluye?

Sí, hay sitios preciosos. Eso ya seria hacer un exclusivismo. Yo alguna vez he dicho que Alba era la Capilla Sixtina de la Montaña, pero esto es hiperbólico. Cataluña, Albarracín Asturias, Cuenca, Soria... hay sitios preciosos, apegados a sus tradiciones, que las promocionan y conservan.

Usted siempre habla de Cardaño con pasión. ¿Qué le mueve a hacerlo?

Yo he visto que los de Cardaño de mi época estaban muy unidos. Iban a Vidrieros a San Roque y venían por Alba. Conservaban los bailes... Yo tenía una tía muy bailadora. Me enseñaba a bailar con la sombra que proyectaba el candil en la pared. Bailaban muy bien la jota. Para mí, los que mejor bailaban eran los de Cardaño de Arriba Por la parte tuya, los que mejor bailaban eran los de Areños, con perdón de los de Arbejal. En el bar que regentaba en Palencia, les decía: si tocan una jota, baila-mos. Recuerdo en cierta ocasión que eran las tres de la tarde y se llenó el bar. Al bailar bien, te pedían otra y otra... Si no bailas quemamos el bar. Y me obligaron a bailar fuera. En resumen, me quedó grabada la imagen de aquel folclore auténtico. Sobre todo, la unión que había

¿El guiso del Pastor es una costumbre muy arraigada, o se nota cansancio?

Esto no se pierde. Lo he venido observando, todo el mundo dice ¡bah! pero a la hora de repartir, como suele decirse: de lo que no cuesta, todo el mundo llena la cesta. Se empezó con tres o cuatro perolas y este año se han hecho 19 caldereros, 4017 kgs de guiso de pastor. Aparece gente de todos los lugares, salen de todas las esquinas. A los socios nos dan una botellita de vino y un panecillo.

¿Se está haciendo todo lo posible para darle auge a fa montaña palentina?

Sí, pero muy lentamente. Falta infraestructura. Principios quieren las cosas. El turismo rural va viento en popa. Los 25 hoteles que hay están bastante ocupados, pero hay que reconocer que va muy lentamente.

Casimiro, hagamos una breve descripción de estos pueblos. Lo primero que te acuda a la mente cuando te los cite.

  • Triollo. 
En Triollo se hace la fiesta por San Pedro, cuando vienen todos. Fiesta competa, desempolvando aperos, llamando a todo el pueblo. ¿Qué voy a decirte?: unión, amistad, entusiasmo...
 
  • La Lastra 
Un pueblo que se está promocionando mucho. Le faltla una casa: que no tiene monte. Mi padre le llamaba "de la Mata». Es el pueblo más alto, antes era Valsurbio, donde han hecho una casa -no lo pierdas de vista-.

  • Cardaño de Abajo 
Está bastante promocionado. Van a hacer un hotel. Han hecho un mesón: Espiguete. Ha desaparecido como entidad vecinal, pero sigue haciendo casas, sigue viniendo gente, se mantiene. Allí conocí la escuela que regentaba mi abuelo, cuando ganaba una peseta diaria.
 
  • Alba. 
Es mi pueblo. Era el más rico. Superaba a todos en muchas cosas. La mojonera de Alba llega a unos metros de Cardaño.
 
  • Vidrieros 
Un pueblo que conocí pescando con mi padre. Un pueblo con techos de paja y un puente de madera endeble. Hoy, no entiendo cómo se mantiene. Hay dos mesones, está muy arreglado y hay puente, hay bolera, hay movimiento.
 
  • Guardo 
Velilla y Cervera antes eran como Guardo, pero ahora es demasiado. Hay 140 bares donde -como dijo el cronista- se divierten y se pervierten. De pequeño, cuando iba a Guardo, era como si fueras a Madrid.


Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"

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