Todos no somos iguales

Todos no somos iguales. Ni ante los demás, ni ante la ley. Un joven de la localidad de Urbaneja, Mariano Ruesga, mantiene desde hace varios meses un contencioso con la Administración, habiéndole prohibido todo tipo de actividad en la cantera de arenisca de "Campulebrel", situada en el término municipal de la vecina población de San Cebrián de Mudá, apoyándose en el decreto 108, que trata de la protección del oso pardo.





La Junta de Castilla y León, sólo ha encontrado a un enemigo, Mariano Ruesga, y se ha librado, como por arte de magia, al diputado provincial del Partido Popular y concejal de Barruelo de Santullán, Luis Ángel Gómez Maestro, que unos metros más allá explotaba una cantera similar.

Al citado decreto de protección del oso tampoco le molestan los cuatro mil kilos de dinamita que hacen temblar la cuenca, por razones de peso, en la llamada explotación a cielo abierto.

Con razón dice Mariano Ruesga que el decreto del Oso Pardo lo han elaborado personas ajenas a la zona, que no conocen al Oso y sólo les preocupan los mil doscientos millones que para tal fin ha dispuesto la Comunidad Europea. Porque una cosa parece clara: si la ley es buena, ha de ser buena para todos y algo bueno lleva la protesta cuando se van sumando a ella muchas personas que han permanecido aletargadas durante años...

Ruesga, que nació en la montaña y que ha visto en buena medida cumplido su objetivo en las múltiples edificaciones del contorno, incluidos los Ayuntamientos de Salinas de Pisuerga y ahora el de La Pernía, no alcanza a comprender la orquestación que contra él se ha preparado en la Junta de Castilla y León, y dice con razón lo que todos pensamos sin vernos afectados: "Todos no somos iguales".


©1994. De la sección "Eco Montañés", publicada en el Norte de Castilla




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