Hacer un seguimiento del folklore y recuperarlo allí donde se pueda, es tarea de todos, pero hay historias elementales que deben asumir quienes se encargan de promocionar, mantener o recuperar nuestro Patrimonio, ya sea desde la capital o desde la Junta, que con esto de las competencias no sabemos adónde apuntar; tal es el galimatías que quienes están dentro no saben o no quieren saber hasta dónde llegan sus responsabilidades. Esto pasa a menudo con el patrimonio histórico-artístico: “La iglesia de tal pueblo no se puede tocar porque es monumento histórico y el obispado no tiene competencia”. Esa es la respuesta más corriente y a ella se recurre a menudo cuando se viene al suelo parte del edificio. Y esto acabará pasándonos con todo.
El extracto de este artículo forma parte del libro Ver dos veces las cosas
Actualización Sep2025 | +171👀 [PROMO]