Ángel Gómez, actual alcalde de Verdeña (2005), inquieto y muy polémico miembro de "Fuente Cobre", en unas declaraciones que realizó a este diario a mediados de abril del pasado año, piensa en la rehabilitación de nuestra zona convirtiéndola en la segunda residencia de Asturianos y Cántabros. De ahí parte o a esa consecuencia se llega después de proponer la revolucionaria idea de un túnel que agilice la comunicación con aquellas comunidades.
Luis Bricio, alcalde del pueblo turolense de Aguaviva, fue uno de los pioneros de la repoblación. Ya sabemos que no hay medidas milagrosas que solucionen de golpe la tan temida y tan manida cuestión del vacío de los pueblos. La Corporación de aquel lugar de la provincia de Teruel, uno de los territorios europeos más castigados por la despoblación, seguían buscando una salida al precio que fuera y, como ya una experiencia previa con familias españolas había sido un fracaso, se pensó en los inmigrantes. Bastó un anuncio en los medios de comunicación de Mar de Plata y Buenos Aires, en el que se ofrecía trabajo, vivienda en alquiler y préstamo para los billetes de avión a familias con hijos que quisieran instalarse en Aguaviva. Quienes patrocinaban esta idea se vieron sorprendidos con la llegada de más de 6000 solicitudes y después de estudiar la situación y disponibilidad de medio centenar de familias que cumplían todos los requisitos, fueron seleccionadas trece para viajar a España.
En Mayo de 2001 se crea la Asociación Española de Municipios contra la Despoblación, en la que están integrados más de 80 municipios de Aragón, Valencia y Soria, que utilizarán la misma fórmula que aplicó el alcalde de Aguaviva: Acoger a las familias de inmigrantes a las que se ofrece trabajo y una vivienda en alquiler con el objetivo de frenar la pérdida de población de los núcleos rurales. Se piden matrimonios, no mayores de cuarenta años, con al menos dos hijos menores de doce, sin titulación universitaria y con la documentación en regla para formalizar un contrato de trabajo. El ayuntamiento de Perales de Alfambra, otro núcleo acogida a esta fórmula, gracia a una ayuda de la Diputación Provincial de Teruel, destinada a la rehabilitación de viviendas para inmigrantes, decidió apostar por el proyecto "nexos–equalteruel".
Hasta hace pocos años, la tendencia era buscar en la ciudad la calidad de vida, y es curioso que en los pequeños pueblos siga alimentándose todavía esa teoría, ante la llegada de quienes se fueron en busca de otros puertos. Vuelven, volvemos, luciendo coches nuevos, aparentemente ricos, aprovechando puentes y vacaciones y dando a veces una idea equivocada de ese tumulto en el que se ha convertido la ciudad. Ni las ciudades ni los pueblos son vividos hoy como lo fueron en las últimas décadas y algunos valores se están invirtiendo y algunos valientes se están apuntando a un cambio que los descontamina, que regenere en ellos una ilusión nueva ante el reto de vivir en los pueblos. Muchas son las dificultades que a nosotros nos marcan, entre otras la insalvable distancia, pero los poderes locales juegan una importante baza, buscando y presionando a las Instituciones y Organismos provinciales y regionales para mejorar la sanidad, el transporte, la telefonía, internet, en definitiva, todo aquello que no sólo dignifique el medio rural para quienes lo trabajan y lo viven, sino que abra nuevas expectativas para aquellos que apuesten por vivir su vida de otra forma. De momento el proceso es lento, pero la tendencia tira a incrementarse con los años y, en ese tiempo, si todos ponemos de nuestra parte un poco, llegaremos a tiempo de salvar algunos pueblos hoy por hoy condenados a su desaparición.
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