Se anuncian vientos huracanados
Siguiendo con el discurso, el último del año, en este rincón desde donde he procurado, de manera especial los últimos meses, pero siempre, un avance del estado de nuestra montaña: lo que necesitan, lo que les inquieta; el conjunto de cosas que les empuja a amarla con más ímpetu, aunque para nadie sea un secreto que a medida que va pasando el tiempo se van cerrando puertas... porque se van liquidando prestaciones y servicios y sólo avanzan los recuerdos de tantos hijos que se encuentran lejos. Decía Petrarca que los libros enseñan a vivir y a morir. Y la vida también. Anque los entendidos aseguran que utilizamos muy poco de la capacidad de nuestro cerebro, y otros dicen que bien programados seríamos como una bomba, todo pasa tan rápido que apenas deja un hueco para mostrar lo que uno puede dar de sí, y ya ni los libros ni la vida te dejan resquicios para esperar un cambio. En repetidas ocasiones nos lo hemos preguntado. ¿Hasta dónde pueden dar de sí unos pueblos tan alejados de