Barruelo de Santullán
En el año 1838, Ciriaco del Río, cura de Salcedillo, cuando regresaba del Mercado de Aguilar, tropezó con una piedra en el lugar conocido como "Casablanca". Y así comienza la historia del carbón en la que Barruelo vivió inmerso más de un siglo. Lo expone bien Alfredo Rodríguez, uno de sus cronistas: Durante muchos años sólo se vivió de, por y para la mina, pues significaba ingresos y estabilidad económica. Había, por tanto, alegría, sin perder el sereno ambiente de paz que infunde la grandiosidad del contorno. La necesidad de obreros, lleva a la empresa que dirigía el ingeniero francés Félix Parent, a crear infraestructuras sociales y mejorar las condiciones de lo que se denominó entonces paternalismo industrial. De aquella época todavía se pueden ver buenos ejemplos de arquitectura tradicional minera. Aquello que fue la vida y la razón de un pueblo, tuvo también su parte dolorosa donde muchas personas perdieron la vida en las galerías y otros sufrieron la enfermedad