Entradas

Una lenta agonía

Imagen
Es muy probable que, quienes me juzguen en el futuro, encuentren en la visión nueva de estas tierras motivo bastante para disculparme. A mi me sorprende, primero, la actitud de quienes gobiernan, que no ignoran el lento y progresivo declive de esta tierra. Hoy con más motivo que antes para reprocharles las carencias a las que siguen haciendo oídos sordos. Me sorprende la actitud de paciente espera a la que parece apostar la oposición. Los políticos, en general, da igual el signo, han sido un lastre para el progreso de esta tierra. La carretera que ahora con lentitud vuelven a planificar, comenzaron a proyectarla en la década de los ochenta, treinta años atrás, que se dice pronto, como si treinta años no fueran nada, cuando implican, y de qué modo, el resurgimiento o la muerte de una tierra como la nuestra. Nos prometieron un hospital, qué gran mentira, y yo el primer panchito que voy corriendo y se lo cuento a ustedes emocionado, alabando aquella proeza de Mañueco

Famosos de por muerte

Imagen
Suelen recriminarme en casa cuando digo que "la vida es una mentira", pero a medida que el tiempo avanza y algún imprevisto rompe la cotidianidad, son ellos los que acuden a mi cita: "a ver si este "jodío" va a tener razón". Que conste que lo he dicho sinceramente, y sigo diciéndolo como lo siento, no importando épocas de bonanza o de miseria. Cuando pasan los años y "se van haciendo llagas las costuras", como mantiene nuestro rico refranero, uno va percatándose de todo el envoltorio en el que se maneja nuestra vida, y no me refiero sólo a la tremenda burocracia que nos asiste; también a nivel particular te vas dando cuenta que para llegar a un punto concreto tienes que dar cien mil rodeos, que todo está lleno de intereses, que nadie se fija en tu currículum si no va precedido de una buena recomendación, que te anuncian una cosa y te venden otra... Pero hoy quería fijarme, sobre todo, en lo difícil que es triunfar en vida (me refiero

Ultimas crónicas de La Pernía

Imagen
La Pernía. Tierra de Nadie Por Francisco Javier Gómez Caloca  Cuando se ha nacido y vivido la infancia en Piedrasluengas, cuando tienes la fortuna de poder pasar largas temporadas en tu pueblo, cuando desde tu casa, al levantarte por la mañana, miras por una ventana y ves la Peña Abismo, vas a la otra y aparece el muro de Peñalabra, parece imposible que nada ni nadie te amargue el día. Pero claro, cuando el bienestar de los vecinos de Piedrasluengas, y de toda la comarca de La Pernía, depende de la acción política de nuestro Gobierno Regional, lo imposible se convierte en toda una realidad. Para nuestro Gobierno Regional hace tiempo que la Comunidad parece que termina en el puente de Cervera sobre el Río Pisuerga, salvo dos días al año, el 20 de agosto y el 16 de octubre, días de Feria en San Salvador de Cantamuda, cuando se produce un ridículo pugilato para ver si se pasean por el ferial más representantes del Gobierno Regional o de la Diputación. Bueno, también se ha dado e

Lotería romana

Imagen
Diluidas en el tiempo las malas hierbas y los terribles inviernos, que mira tú que después de tantos años sin sentirlos tan fuerte parecen no haber existido nunca, la apuesta fuerte de "País Románico" nos devuelve la ilusión, nos sumerge en una especie de formol para que ningún sucedáneo corrosivo nos devore. Esto se asemeja a un premio gordo de la Lotería Nacional. Después de que los niños de San Ildefonso posan con una sonrisa de oreja a oreja para los medios de comunicación, como si en realidad el dinero les hubiera tocado a ellos, los premiados lo celebran con riadas de champán a cualquier hora, sucediéndose las anécdotas correspondientes. Uno que pasaba por allí, buscando precísamente ese número, que mira que hay que tener suerte para que coincida el número que soñaste con el que salió en realidad. Suerte y videncia de la más grande; otro, un amigo de la casa o de la empresa y que se vio "acosado", casi "obligado" a coger el dichoso número; otro

Lo que quepa en un gesto

Imagen
Es verdad que con los años, aquel sueño "fiero", que diría el argentino, ha ido dejando paso a una espera paciente, a un disimulado conformismo, porque no hay más aldabas de las que agarrarse y porque uno se pierde en formulismos que a ningún puerto nos conducen . Veinte años han pasado desde que se habló de dotar de una carretera digna a la zona norte, que nos comunique con Cantabria y que, de haberse realizado entonces, hubiera sido un paso apetecido por muchos turistas que se acercan a Potes. Ya no se trata de dotar a estos núcleos de un camino digno, cada día más necesario para surtirse de víveres o acudir a la consulta de un médico; se trata de hacerlos atractivos, ayudar de alguna forma a recuperar el entusiasmo por vivirlos, darlos a conocer a muchas personas que siguen dudando que en Palencia exista una montaña. Escribe un internauta en un foro: ¡A ver esas fotos, que yo todavía no me creo eso de que hay montaña en Palencia!. Acaso no sea la solución definitiva