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Lores

Este lugar, poco documentado, aparece así citado en el Becerro de las Presentaciones de León. Por su enclave, algunos se atreven a darle un origen ibérico. Su nombre derivaría de ‘lur’, "tierra". Con la misma raíz tenemos en la cercana Liébana Luriezo y en León hay un Luriana. Alrededor hay muchos otros topónimos del mismo origen. En cuanto al resto de la palabra podemos pensar en ‘aitz’, “roca, peña” como actualmente se dice en euskera. El significado sería, pues, 'lur-aitz', “peña de la tierra". Este pueblo quedó dividido por el río Lores, que recibe la aportación del arroyo Gerino y las fuentes de Montegerino, la Caldera y Hontoria. El sabor montañés que aquí se observa, residencia de la nobleza de Pernía, bien lo evidencia el dicho: "en San Salvador de Campo de Muga y Alabanza, abadengo, en Lores, hidalguía". El diccionario de Sebastián de Miñano de 1826 señala sobre este pueblo tenía entonces “72 vec

Escenas de la vida rural

José Luis de Mier y José Damián Simal Los habitantes Los habitantes eran esencialmente buenos. Estaban metidos en su trajín diario. No tenían más aspiraciones que sobrevivir. No había impulso alguno que les moviera a romper aquel endiablado círculo de trabajo y dificultades. Pocos salieron del pueblo salvo para ir a las ferias a vender una vaca o a Liébana para comprar un cerdo, o a la mili en el Norte de África, de donde volvían cargados de piedras de mechero o de plumas estilográficas que tampoco se podían vender. Las habían comprado en Tánger. Conocidas eran las historias que contaban los que habían ido a la mili y que se repetían de boca en boca. Algunos vecinos impulsaron el que sus hijos fueran a Colegios de frailes. Estábamos en los años de la posguerra y con abundantes vocaciones religiosas. La realidad es que la inmensa mayoría respondía al interés en salir del pueblo. Los padres llevaban a sus hijos a los colegios de curas a primeros de octubre. Sólo una minoría aprovec

Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería

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Tocando y bailando en Redondo Foto recogida por J.L. Estalayo Del libro "Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería" Autor: Froilán de Lózar Editorial: Cultura y Comunicación, 2008 3ª. Edición, Julio de 2014 En las fiestas de los pueblos, a los romeros se les daba, como plato especial, ‘la pucherada’ (garbanzos y carne de oveja). No faltaba tampoco la morcilla, llamada de las ‘trancas’ (velón que va alrededor del hígado y corazón). De postre, los sabrosos frisuelos y arroz con leche. Cuando las fiestas eran en invierno, los forasteros se quedaban en el pueblo ocho o diez días, debido al temporal y a la altura considerable que alcanzaban los neveros. En mayo se celebraba “el día de la caridad”. Por ejemplo, en Polentinos, tenían la llamada “caridad” gente de Vañes y Estalaya. El cura entonces rezaba: “Por los fundadores del prao rincón”, “Por los fundadores del prao las presas”, “por los fundadores del prao muñices”, etc. y de carga se entregaban dos libras de pan por e

El bosque fósil de Verdeña

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Robert Wagner Boon [1] explica en Verdeña, ante un equipo de Televisión Española, los orígenes de un bosque fósil cuya antigüedad se ha calculado en 300 millones de años. Alguien, en algún momento del rodaje, indaga acerca de su posible deterioro, aludiendo con razón a los rigores del invierno, los animales sueltos, los visitantes sin escrúpulos que ya arrancaron trozos de la pared vertical donde se recogen tan importantes vestigios, temores a los que el paleontólogo enseguida pone remedio: "Tranquilos, no se preocupen ustedes, porque de cualquier modo este descubrimiento sobrevivirá a todos nosotros". Lo que ya se hace más difícil de explicar, más incluso que la evolución humana, es el tremendo cataclismo que alteró la tierra y levantó una montaña donde antes reinaba un mar. Wagner habla de la montaña como si fuera parte suya, que lo es en el mejor de los sentidos, apurando pinceladas históricas que cambian de alguna manera esa visión que siempre tuvimos de ella. En el

Buscando el principio

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La misma editorial que en Julio lanzaba el libro de mi vida, porque es la vida de los míos, venía sugiriéndome desde hace años que me animara a escribir la historia de esta tierra. Fue una sugerencia inteligente, porque aunque nunca me hubieran publicado este libro, la invitación me sirvió para escudriñar en cada rincón de cada pueblo, para interpretar el nacimiento de la vida en estos lugares en condiciones muchas veces terribles. ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO VER DOS VECES LAS COSAS FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020 LECTURAS EN EL BLOG +DE 500 PUEDE SOLICITAR UN EJEMPLAR A TRAVÉS DE NUESTRO FORMULARIO DE CONTACTO