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Lugares de la montaña

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Hace unos meses, en la Venta de Urbaneja, coincidí en casa de unos familiares de mi esposa con los responsables de Adempa. La venta estaba llena de visitantes, este es un hábito envidiable heredado de quienes desde primeros de siglo adquirieron el edificio, manteniendo vivo el noble lema que guió a los venteros de la zona: acoger a los caminantes, rociarlos de buen vino, haciendo olvidar por unos momentos a quienes allá se detienen, las penas y presagios que a todos los humanos nos entrega de cuando en cuando el mundo.   ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO VER DOS VECES LAS COSAS FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020 LECTURAS EN EL BLOG +DE 180

Redondo, de Grimaldi

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A finales del siglo XVIII nacen en Santa María de Redondo los tatarabuelos del Príncipe de Mónaco. La casa solariega de Gregorio de Mier y Terán (1796) y Mariana de Celis y Dosal (1790), y toda la historia que rodea y envuelve a la familia aparecen en la revista “Hola”, con motivo de los 700 años del reinado de la dinastía de los Grimaldi.   Camino de la Cueva Cobre, Cuelvalcobre –para otros eruditos e investigadores Coble, del adjetivo cobleciense– se encuentra este pequeño pueblo, tocando ya las faldas de Tres Mares. Ya en 1988, en un artículo publicado en prensa, mencionaba –refiriéndome a este hecho en concreto– “desde la Cuna de los Príncipes a Riaño”, valorando entonces y en secreto la información de un afamado periodista de la prensa del corazón que habìa investigado la rama paterna de Rainiero de Mònaco. En 1993, dos periodistas “ambulantes” de “El Norte de Castilla”, al hacer su recorrido desde San Salvador a Santa María de Redondo, vuelven a mencionarlo, al decir de los e

Blandas promesas

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Cuando Pablo Genovés y Javier Prieto llegaron en bicicleta al norte de Palencia, para poner sobre el tapete de la escuela a nuestra Tierra, no quise adentrarme en la lectura de su trabajo. Recordé las palabras de Tenesse Willians, famoso autor teatral, quien declaró en cierta ocasión a un periodista que no leía nada de teatro contemporáneo porque, una de dos, o eran obras malas y no valía la pena leerlas, o eran muy buenas y corría el riesgo de caer bajo su influencia. En un principio las archivé como hago con tantas historias que se escriben sobre el norte de la provincia, para recrearme posteriormente con su lectura y recorrer la montaña bajo el influjo de tantos y tantos como hablaron de ella, despreciando las premisas de aquel autor famoso. Cierto es que, al contrario, después de haberme mostrado abiertamente a su favor, conocedor del contorno en el que vi la luz primera, he sido ignorado en todos los proyectos que los organismos y entidades palentinas han llevado a cabo. “Lo

La sombra del censor

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Durante estos meses de silencio, muchas veces he pensado en cerrar el cuaderno y así se lo he expuesto a quienes por una u otra razón esperaban mis comentarios. He de confesar –antes de entrar de lleno en esta nueva serie–, que la prensa palentina me ha dado una oportunidad que creo haber aprovechado correctamente, poniendo sobre el tapete historias de nuestra montaña. De la serie  " Vuelta a los Orígenes" Por otro lado, cada vez que me siento ante el papel en blanco para tratar de poner en orden muchos de los mensajes recibidos, vuelvo a mi estado natural: me concentro, como los deportistas, me tranquilizo como el artista que, a medida que la obra avanza, se va metiendo en el papel, se va sintiendo más seguro; como el pintor al que encargan un cuadro con motivos que domina. Dejo el síndrome y vuelvo a ser yo mismo, buscando la manera más acertada de transmitirles tantas impresiones. Ello es sencillo y divertido, porque a lomos del recuerdo te sumerges en e

Francisco Llorente

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"Emigré para hacer fortuna" + Francisco Llorente [ Empresario] Francisco Llorente emigró a México a la edad de 31 años y hace casi medio siglo que se estableció en el valle descubierto por Cortés, antes conocido como «el lugar del aire más transparente del mundo». «Ahora es el peor», dice este perniano que ama México, pero añora tanto la montaña palentina . Para Francisco empezó la guerra civil a los 18 años y duró una década. Combatió en el bando de los perdedores -aunque reconoce que todos perdieron-. Sufrió el desprecio político y social de un entorno que le obligó a emigrar a los 31 años. Dos tíos que residían en México le buscan un trabajo y forman allá su hogar manteniendo siempre vivo su profundo palentinismo. Quizá uno de sus secretos mejor guardados era la idea de levantar un Parador en el Camino Real. Se elabora un proyecto, depositan un fondo y de regreso a Méjico se corre la voz en el pueblo de que alguien pretende hacer allí un palacio, los dueños de las f