Todo el Campo es orégano
Pocos pueblos, tan pequeños, con tanta historia como el pueblo perniano de "El Campo", recogido lugar que, pese a no vivir ajeno a los problemas que acucian al mundo rural, bien se puede decir que atesora una sabrosa historia, donde convergen rutas camineras y donde se citan tradiciones y costumbres que nos llevan a conocer cómo era la vida en esta comarca norteña en los pasados siglos. En las citas de otros autores se recuerda, por ejemplo, la casona ya desaparecida de Domingo de Rábago, natural de Lombraña (Polaciones, Cantabria) emigrado a México y con descendencia en América, que obtuvo el título de Conde de Rábago en 1774, concedido por Carlos III, cuyo último titular conocido era Mauricio de los Casares y Bergstrom (1982). En el recuerdo de los más ancianos de los pueblos próximos, se mencionan las costumbres. Los toros también intervenían en la fiesta, pero no se mataban. Los vecinos de El Campo, pueblo al que llegamos próximamente en la sección "montaña