Acampar en Ruesga
Lo que te desalienta y te descorazona es la forma sutil de lavarse las manos que tiene la mayoría. Que tenemos a veces todos. Estamos intentando mover un carro de piedras por la cuesta de la grave crisis que nos zarandea sin uncir "la cuarta", que era la pareja de refresco que ayudaba a subir las grandes cuestas o a mover el arado por malas tierras. En este símil, la cuarta es la que nos hace falta, para que cambie el ritmo y se abra alguna puerta. Luego hay actuaciones de los alcaldes y de los pueblos que no entiendes. Solicitan ayudas para que el turismo rural siga afianzándose. Llega el verano y un pueblo turístico como Ruesga, por desarreglos entre la pedanía y el Ayuntamiento de Cervera al que pertenecen, sigue cerrado. La zona en cuestión, que llega a albergar durante los meses estivales en torno a cuatrocientas personas y se calculaba en torno a diez mil los que la visitaban, ya presentaba antes de su cierre problemas de gestión y de limpieza. Es decir, que