Entradas

Mostrando entradas de enero, 2012

Un luthier en Ruesga

Imagen
Parece que el inventor del violín fue Andrea Amati, de Cremona, allá por el siglo XVI. Le siguió la familia Bergonzi. Luego se fueron sucediendo Luthiers de Milán, de Venecia, de Nápoles. A principios del XIX se hizo muy famosa la escuela de luthería francesa de Mirecourt, donde sobresalió la familia Vuillaume. En mi peregrinar por la red he visitado a Ricardo Alessia, un luthier argentino que inauguró su taller en 1989 y cada día se enfrenta a desafíos importantes e impensables. También he sabido de Carlos Arcieri, colombiano que vive y trabaja en Nueva York y que es considerado uno de los más destacados luthier de la actualidad y de Antonio Manjón, un luthier de Badalona que se define como artesano de la música y que expone en Alemania, Belgica, República Checa... ¡Cuánta gente se mueve por el mundo! Gente que vale, gente que, como los canteros levantaban las catedrales en la Edad Media, seleccionan con mimo su barniz, lucen y reparan los instrumentos para que vuelvan a

¿El hospital?¿Otro Golobar?

Imagen
A veces uno se tira casi una vida entera escribiendo de aquello que preocupa a la gente de la España rural, a la gente de nuestros pequeños pueblos de la montaña palentina. Y cuando uno echa una mirada al pasado, buscando balances positivos, la desolación es la palabra más suave que se me ocurre en estos momentos para definirlo. Uno se siente defraudado, desmotivado, sin el apoyo de quienes la gestionan y sin la implicación, salvo pequeñas excepciones, de quienes lo padecen. Pero uno sigue aquí a pesar de todo, que eso sí que son ganas de revolver en lo imposible. Por si esto no fuera suficiente para desengañarnos, parece que hasta la culpa la va a tener el mensajero por recordar aquí una vez tras otra que estamos ya a muchos años de aquellas promesas que se hicieron, y que sin la intención de llevarlas a cabo se siguen haciendo, para ponerle freno a esa tenaza de la despoblación y acercar lo más posible un hospital en condiciones a estos aislados pueblos. Mi amiga Marta Redond

El lado oscuro de las redes sociales

Imagen
No se puede, ni se debe bajar la guardia. Uno airea su vida. La mueve a modo de bandera en las redes sociales. Los más curtidos; a primera vista, los más preparados, el último grito humano, te dicen con un desparpajo que te deja perplejo, que no eres nadie si no estás en ellas. Si al teclear tu nombre en Google, te dice el servidor que no se encuentran resultados, malo. Ya puedes tener todos los títulos que quieras, que si no estás allí, no existes. Pero tampoco te deprimas por eso. Puedes tomarte una licencia poética, como que "vives sin vivir en ti", como el que vive pero no lo siente, como el que malvive esperando un final que no entiende. Además el tiempo va limando asperezas y a tenor de lo que se va viendo, tampoco es mala la clausura, pues parece que no figurar en esos campos " internetinos ", te ayuda a valorarte más, te devuelve al diálogo, uno puedo moverse sin espías de la ciudad al campo; en definitiva, uno puede sentirse tan útil en su pequeño barr