Ya vamos viendo
“Los italianos sueñan con volver a los pueblos”. Leo entre sorprendido e incrédulo la primera ley que arranca en Galicia para frenar la despoblación. Y no es porque reniegue de los experimentos, es porque da la impresión de que todas las comunidades andan en competición para encontrar la fórmula que frene al menos esta desescalada que no tiene fin. Pues resulta que, para que vuelvan los 20.000 emigrantes gallegos a sus pueblos, el pasado año, Feijoo ya se sumó al carro de los alcaldes de tantos lugares españoles que ofrecen casa o incentivos a quienes vengan a poblarlos. Cervera de Pisuerga | @Orígenes Es curioso que todos piensen en mejorar los servicios para que venga gente, porque saben que están mal, y deban recurrir a una ley o a una nueva entidad que lo regule. Quiero decir que, confunde que no se haga esto por norma, porque hay que mejorar los pueblos, sobre todo, para quienes viven en ellos. Es evidente que nadie se va por fastidiar a nadie, ni al censo, ni a los amigos y fam