Es pronto para decir que hemos fracasado estrepitosamente en todo. Pueden fracasar los empresarios, que solos, o coaligados con otros no desarrollaron la publicidad adecuada. Pueden fracasar los políticos, que por diferencias de pensamiento no dieron con el camino o se negaron a encontrar una mesa en la que pudieran hablar todos. Pueden fracasar los técnicos, que no ven el momento ni el lugar para plasmar sus objetivos. Pero eso no debe afectar a la marcha de un pueblo. Porque un pueblo lo compone mucha gente que ya estaba allí antes: ganaderos, mineros, comerciantes... y todos están verificando un cambio. Bilbao, por ejemplo, en cinco años se ha convertido en un foco turistico, pero no se puede pedir un cambio radical en pueblos como los nuestros que han vivido aislados.
Si alguien pensó llegar y triunfar con su política turistica en cosa de dos años, es obvio que estaba equivocado.
La publicación ofrece un detallado estudio de cada lugar, con su lectura es posible hacer un viaje por toda la Montaña Palentina, nada escapa a quien lo escribió, que conseguirá que lo disfrute el lector, y con el tiempo puede que se convierta en viajero, andador o visitante, y camine con gozo por estos bosques, recorra sus rutas, sendas, admire sus cuevas, cascadas y espacios naturales, sus eremitorios, iglesias y museos, y visite los diferentes Centros de Interpretación...
Su lectura, la Mirada de Froilán plasmada en letra, no es un camino andado sino una propuesta de aventura que recorrer para divertirte buscando en el románico palentino las fuentes constructivas leonesas y compostelanas en los templos de la margen derecha del Pisuerga o el borgoñón, burgalés y lombardo en Aguilar, Moarves o Perazancas, el astur palentino de Villanueva de la Torre, Rueda y Mudá ...