Entradas

Mostrando entradas de abril, 1995

Garabandal

Imagen
Tenía previsto acudir a la cita que aquel Jueves Santo había concertado mentalmente- se entiende- con "Conchita", la vidente que anunciaba un milagro. Pero San Salvador fue un hervidero de coches y autobuses durante todo el día. La mayor parte de ellos dirigiéndose hacia el cruce que nos lleva a Puentenansa, para llegar a San Sebastián de Garabandal, situado a muy pocos kilómetros de Piedrasluengas, en la comarca cántabra de "Rionansa". Lo que alli sucedió es lo que ya todos o casi todos imaginábamos: el negocio floreciente de los propietarios de las fincas que se encuentran en las inmediaciones: 500 ptas. por vehículo: 200 ptas. más por persona por acercarles en autobús hasta el lugar donde se pretendía el milagro: cuadras habilitadas como tiendas de refrescos, soportales llenos de vendedores ambulantes ofreciendo lo típicos rosarios, escapularios, camisetas, fotos de las videntes y palomas mensajeras. 10.000 personas preguntando por Conchita, llevando

Frases para la historia III

Imagen
De Aguilar a La Pernía Tomo al azar aquellas frases que a mi me dicta la conciencia. A veces, no son brillantes, ni siquiera las ha pronunciado un personaje público o famoso... En muchas ocasiones, quienes vienen de lejos a realizar un reportaje para un medio nacional lo mezclan todo y se ponen a salvo citando monumentos, por ejemplo, cuando es la situación humana la que más nos importa. Hace unos días estuve en Alar del Rey recordando la juventud, más bien la infancia, con César, hijo del que fuera hace años nuestro farmacéutico y hablando de todo un poco... Quiero decir con esto que, siempre, llamemos a la puerta que llamemos, quienquiera que sea el que nos conteste, recordaremos algo viejo, aprenderemos algo nuevo. Nunca vayamos de especialistas porque esa es una tarea muy difícil -yo pienso que imposible- dado los tiempos trepidantes que vivimos. Bebamos de todas las fuentes, también aquí, en nuestra pequeña y entrañable historia... "Tierras de Aguilar de Campoo, la vil